domingo, 9 de mayo de 2010

A ti mamá

Un suspiro exhaló
una lágrima cayó
el cielo ese día también lloró,
mas de pronto una nueva estrella
en el inmenso cielo brilló.


Hoy puedo percibirla
en el aroma de una flor,
en la suave brisa que me acaricia,
en el rayo de sol que me consuela.

Cómo olvidar su cómplice sonrisa,
cómo olvidar su mirada de amor.
Cómo dejar fuera de mi su ternura,
y la calidez de sus manos
con la que un día me acarició.

Hoy sólo agradezco a mi buen Dios
el haberme dado un ángel,
un ángel con una dulce voz.

Debo hoy también dar las gracias,
del ejemplo que siempre me dio
que me hace pensar, ¡sí se puede!
se puede ser siempre mejor.


Es difícil no tenerla cerca...
pues ahora acompaña a Dios,
pero sé que desde el cielo,
me sonríe con amor.


Gracias mamá.


L.T. Mayo 2003

No hay comentarios: